Otro comienzo para el olvido



Al igual que en el Apertura pasado, Boca Juniors apenas igualó ante Rosario Central y dejó una pálida imagen en el debut. Fue 1 a 1, en el Gigante de Arroyito. Rodrigo Palacio puso en ventaja a los xeneizes con una buena definición, tras magistral habilitación de Riquelme. Pero el Kily González igualó el partido con un golazo, cuando al partido sólo le quedaban seis minutos.Lo de Boca fue muy chato a lo largo de los 90 minutos. En el primer tiempo, si bien tampoco sufrió, prácticamente no inquietó a Alvarez, el arquero de los rosarinos. Con varias imprecisiones (otro flojo partido de Battaglia), jamás impuso condiciones en el juego y, mucho menos, contó con chances de gol.En el complemento, el partido siguió por carriles similares, aunque con el correr de los minutos el dominio de Central se hizo notorio. Jamás pareció que en el campo de juego se encontraba un equipo que pelea por no descender y el Campeón de América. Pero en el mejor momento de Central, apareció la magia de Riquelme para habilitar a Palacio, quien abriéndose hacia su derecha remató para establecer el 1 a 0. Parecía un golpe de knock out para el entusiasta Central, que había estado cerca de la apertura del marcador con un remate de Vizcarra que dió en el palo izquierdo de Caranta. Y cuando paracía que Boca se iba a quedar inmerecidamente con los tres puntos, apareció el Kily González para sacar un remate desde 35 metros que se metió en el ángulo izquierdo de Caranta para sellar el 1 a 1 final.Riquelme sólo apareció en la jugada del gol y Boca lo extrañó. Seguramente sintió el viaje que hizo en la semana hasta Los Angeles para disputar ese poco serio amistoso ante Guatemala, con el sub-23. Pero la cuestión es que el xeneize no encontró a su conductor y se terminó pareciendo muchísimo al inofensivo e irregular equipo xeneize del segundo semestre del 2007.

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