Era una semana decisiva para confirmar el protagonismo Xeneize en todos los frentes. Había que ganar ambos partidos para lanzarse en la carrera por la triple corona. Había que vencer entre semana, frente a Arsenal en La Bombonera, para encaminar la clasificación a octavos de final en la Libertadores. Era obligatorio ganar en La Plata para, gracias a varios resultados, recuperarse del 2-2 frente a Lanús y adueñarse en soledad de la punta del Clausura. Fue una semana perfecta, porque el conjunto Xeneize ganó los dos partidos y además revalidó sus credenciales como mejor equipo argentino.
Pese a la ausencia de Juan Román Riquelme, Boca volvió a jugar un gran partido. Para ello fue clave la estupenda actuación de Cristian Chávez. Pochi recuperó el nivel que lo llevó a ser fundamental durante las últimas fechas del pasado Apertura. Santiago Silva se destacó nuevamente en su faceta asistidora y, por fin, logró quebrar la mala racha que lo aquejaba desde su arribo al club Xeneize. A los ocho minutos, Cvitanich aguantó la pelota adentro del área y le permitió al Tanque sacar el latigazo para romper la paridad y festejar su primer gol en Boca. Después, en el mismo rol que protagonizó frente a Arsenal, le tocó el turno de habilitar a Mouche en el tercer gol.
Ningún jugador Xeneize bajó de los seis puntos en su rendimiento. Orion recuperó su solidez y fue nuevamente ese arquero de equipo grande que aparece en situaciones críticas. La atajada a mano cambiada frente a la Gata Fernández fue lo mejor de su repertorio. La defensa, liderada por los dos zagueros, fue sobriedad y simpleza. Somoza, bestial en la recuperación y preciso en la circulación, fue figura junto a Chávez y Silva. Erviti fue puro sacrificio y Ledesma, otra vez, punta de lanza para llegar con peso al área. La dupla Cvitanich-Silva redondeó una maravillosa performance. El ex Ajax retornó a la titularidad e hizo méritos para convencer a los dirigentes de pagar la cláusula que exige el club holandés.
Boca jugó un gran partido y se llevó tres puntos claves de La Plata. Está en carrera en la Copa, lidera el Clausura y sigue en pie en la Copa Argentina. El Xeneize, que hoy tuvo a Falcioni desde el palco y a Píccoli en el banco, protagoniza y pelea en todos los frentes por igual. Plantel le sobra como para llevarse la triple corona.
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